
Dicen que en las noches de luna llena
en los acantilados da costa da morte,
y de San Andres de Teixido
Si gritando pronuncias:
¡¡Eriné!!
Aparece inerte sostenida por los vientos,
por eso no hace camino.
Cubierta de un velo que , el aire
empuja contra su cara y pechos,
sus manos y pies...
desnudos.
La gasa desgarrada en sus extremos
por manos de amantes que,
a su corazon no supierón llegar;
otros lo intentan a su paso,
ocultos en olas que rompen en las rocas
en su salpicar la tratan de alcanzar...
y en infortunio vuelven a la mar
¡¡Eriné!! ¡¡ Eriné!!
Quien sus brazos extienda y,
en sus manos tenga el sol...
al calor del gran astro
fundira el velo
desnudando tu piel
a la entrega de tu amor
En la azulada noche ,a su paso fugaz ,nadie pudo fotografiarla
solo alguien... bosquejarla